El pasado 30 de junio el Colegio de Geólogos envió la siguiente comunicación (PDF) al Rector Magnífico de la Universidad Complutense de Madrid, D. Carlos Andradas Heranz en relación a la información que ha aparecido en distintos medios sobre la reorganización administrativa que pretende unir en una sola las Facultades de Geológicas y Biológicas.
Estimado Rector:
Le escribo en calidad de Presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, organización profesional que tiene encomendada la regulación de la profesión en España y entre cuyas competencias está la de velar por la calidad del ejercicio profesional de los geólogos en nuestro país y por ende de la calidad de los nuevos egresados de los centros universitarios españoles, contribuyendo a la mejora y adaptación de los planes de estudio a la realidad profesional, con la opinión de los profesionales de la Geología.
Esta corporación de derecho público, contempla con estupor y preocupación la propuesta de ese rectorado, en el marco de un proceso de reorganización administrativa, de unir en una sola las Facultades de Geológicas y Biológicas, lo que evidentemente implica la desaparición de la Facultad de Ciencias Geológicas y su integración en otra estructura organizativa más grande.
El Colegio de Geólogos lleva muchos años contribuyendo con ésta y con el resto de Facultades de Geológicas del ámbito nacional, en la difusión de las ciencias de la Tierra entre los miembros de la sociedad con el fin de que se conozca el amplio abanico de las aplicaciones de nuestra ciencia, que está eminentemente al servicio de la sociedad, y con ello atraer a estas ciencias nuevas vocaciones entre los jóvenes.
Estos esfuerzos son vitales para nuestro país, que tiene una extraordinaria dependencia internacional en recursos energéticos y que es, al mismo tiempo, un importantísimo productor de recursos minerales no energéticos, que sufre año tras año el azote de los riesgos geológicos con pérdidas incalculables que solo la geología puede ayudar a prevenir, que dispone de un sobresaliente patrimonio geológico que hay que proteger y cuyas aguas subterráneas necesitan al mismo tiempo una gestión sostenible y protección frente al mal uso. Las técnicas que emplea la Geología son punteras a nivel mundial y necesitan de una constante actualización y desarrollo sólo posible con centros académicos de excelencia.
La Facultad de Ciencias Geológicas que se pretende suprimir, es uno de los centros nacionales de referencia en ciencias de la Tierra y su eliminación no puede más que causar daño al país, que necesita más esfuerzos científicos y técnicos en este campo. La Facultad mantiene actualmente relaciones internacionales trabajadas durante años de esfuerzos que perderán su referencia si ya no existe.
Los estudios de Geología en Madrid tienen en sí mismos su propia historia y costó mucho tiempo y dedicación su reconocimiento a nivel académico y organizativo hasta llegar al actual estado que por el conocimiento, capacidad de formación y futuro les corresponde, y no sólo ya en España sino internacionalmente se reconoce la labor docente de este centro.
Pero además, se perderá esa fundamental relación entre los ciudadanos y la Tierra y eso en un país cada vez más alejado de la realidad natural que le rodea, porque la fusión prevista provocará la pérdida de vocaciones científicas, ya mermadas por la escasa importancia que le dan nuestros gobernantes a las ciencias aplicadas, en especial a las de la Tierra. Sin referencias académicas claras, como lo es actualmente este centro, ese rectorado contribuirá indefectiblemente a la marginación de la Geología en Madrid en un momento, además, en que la Geología había recuperado un poco de espacio en el currículo del bachillerato nacional.
Confío en que estas palabras le permitan analizar conjuntamente con los miembros de la Facultad de Ciencias Geológicas alternativas más razonables y le ofrezca a Ud. una visión del problema más centrada en el futuro de nuestro país y que no sea precisamente una Universidad la que contribuya a que España se aleje de la norma en Europa y en el mundo.
Manuel Regueiro y González-Barros
Presidente
