Tras el éxito de la propuesta de este año del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) con los 20 destinos geológicos de España para visitar este verano, en la que, por motivos ajenos a nuestra voluntad, no se incluyó ningún lugar de Extremadura, invitamos a nuestros lectores a un viaje geológico por Extremadura a través de cinco sorprendentes espacios naturales, muy refrescantes, con las que nos han obsequiado nuestra geología.
El geólogo Eduardo Rebollada sugiere esta ruta distinta, en las que poder conocer aspectos poco conocidos por el gran público de la geografía extremeña. El viaje transcurre por las refrescantes pozas en la Garganta del Infierno, cerros asilados en la penillanura con posibilidad de visitar una espectacular mina de fosforita en Logrosán, hasta el cañón del río Tajo en Monfragüe, las cuevas de Fuentes de León, para, finalmente visitar el microcosmos singular de la antigua mina de hierro de La Jayona.
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En el corazón del Valle del Jerte, en la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, existe un punto de interés geomorfológico de primer orden. Se trata de los denominados “pilones”, un conjunto de “marmitas de gigante” originadas por las turbulencias sobre el lecho rocoso granítico. Los remolinos fluviales han ido creando a lo largo de años pozas de gran tamaño.
2. Cerro de San Cristóbal y Minas de fosforita de Logrosán (Cáceres)
Logrosán es una de las entradas principales del Geoparque Mundial Villuercas Ibores Jara. En esta localidad existen vestigios de la minería del estaño en el espectacular Cerro de San Cristóbal. Pero además Logrosán tiene minas de fosfato, sustancia imprescindible para la fabricación de abonos agrícolas y que tuvo especial relevancia a finales del siglo XIX. Una de las minas principales, hoy abierta al turismo, es la Mina Costanaza, donde es posible apreciar tanto el mineral explotado (fosforita) como la técnica minera utilizada (pozos y galerías).
3. Cañón del río Tajo en Monfragüe (Cáceres)
El nombre de Monfragüe quiere decir “abismo” y qué mejor lugar para representarlo que Peña Falcón (Salto del Gitano), una brecha excavada por el río Tajo en su discurrir hacia el océano Atlántico. Peña Falcón es un lugar privilegiado no sólo para observar aves, sino para apreciar la arquitectura geológica de una de las rocas más singulares de Extremadura, la Cuarcita Armoricana, restos fosilizados de playas formadas hace más de 400 millones de años.
4. Cuevas de Fuentes de León (Badajoz)
En las dehesas de la localidad pacense de Fuentes de León se localiza uno de los conjuntos kársticos más excepcionales de Extremadura. Se trata de tres cuevas abiertas al público (Masero, Los Postes y El Caballo) más otras dos (Agua y Lamparilla) en fase de estudio, formadas por la disolución de calizas del periodo Cámbrico. En todas ellas es posible observar ejemplos notables de modelado kárstico, como estalactitas, coladas, columnas de diferentes tamaños y formas.
5. Mina La Jayona
Enclavada en la Sierra que le da nombre, en la localidad pacense de Fuente del Arco, la Mina La Jayona consta de dos largas trincheras con una profundidad de varias decenas de metros. Sus características paisajísticas, colores y texturas, temperatura y sonidos crean en el visitante unas sensaciones únicas, favorables siempre para recorrer los diferentes niveles y apreciar el resultado de las labores mineras para extraer el hierro, que finalizaron hace exactamente un siglo.