Día del Turismo

0
397

Autor: Imanol López Díaz, geólogo, gerente Ekobideak, presidente delegación ICOG País Vasco

Siempre se ha practicado Geoturismo en España y, de hecho, nuestras propias costas, formadas por largos procesos erosivos, han sido el principal reclamo turístico de gran parte de la población de Europa, y ya en tiempos recientes, son espacios de reconocimiento internacional, abiertas a todo el público. El concepto del Geoturismo, por definición, viene a decirnos que son las actividades turísticas en las que, la geología o los elementos de la misma, son parte integral, son el núcleo de la actividad misma. Diferente, como bien sabrán reconocer, al propio turismo geológico, en el que la geología es un elemento más de la actividad, no siendo fundamental dentro de la práctica turística, y por dichas razones, también se pueden hablar de elementos de biodiversidad, patrimonio histórico, cultural o cualquier otro sujeto que sea de interés o el guía considere apropiado para la actividad.

Figura 1: playa de Itzurun, Zumaia, Geoparque de la Costa Vasca.

Uno podría pensar que sólo se puede practicar geoturismo en espacios donde, los elementos geológicos, la propia geodiversidad, sea de alta relevancia o tan amplia como para poder desarrollar una actividad en dicho medio. Pero esta se trata una práctica que puede realizarse incluso en mitad de los paseos de nuestras grandes capitales, donde minerales y fósiles decoran nuestros edificios más emblemáticos. A diferencia de otros tipos de turismo practicables, la mayor parte del tiempo solemos recorrer zonas inhóspitas, alejadas del ruido de las ciudades. Con estas prácticas geoturísticas no ponemos en peligro a animales en peligro de extinción o especies protegidas, no invitamos a la masificación del medio natural, y por lo general (también el geoturismo es reciente), los grupos suelen ser pequeños. Y esto es algo vital para una mejor comprensión y observación de estructuras y restos fósiles.

Es, sin duda alguna, una de las formas turísticas más sostenible para conocer una parte muy oculta de nuestro patrimonio. Y en este sentido, el turismo sostenible, que se basa en no alterar el espacio que estamos visitando de ninguna manera, darlo a conocer y promocionarlo, encuentra en la geología, seguramente su mejor visión, ya que, con las rocas, esto es posible. Con el geoturismo, todo son ventajas con respecto al resto de tipos de turismo. Primero, porque no dependemos (en gran medida) de la estacionalidad. Segundo, dado que trabajamos con restos abióticos, estos no se mueven o emiten sonido alguno, por lo que, siempre van a estar en el lugar en el que los dejemos (a no ser que sufran vandalismo o erosión). Tercero, tenemos que ir con precaución en los recorridos a realizar y en muchas ocasiones, los espacios para ver suelen ser angostos o vías de paso para otras personas. Ver los recursos geológicos en una actividad guiada no debe suponer un riesgo, y esto el guía debe asumirlo desde un inicio (al contrario de lo que muchas veces ocurre en ciertas actividades guiadas o, incluso, en unas prácticas de campo). Y por último, porque un buen guía geológico, debe saber evitar ante todo la masificación existente en los medios naturales, procurando la propia conservación de los lugares geológicos, donde las propias rocas se pueden ver alteradas por el paso de personas, y mostrando los elementos abióticos siempre con un mensaje envuelto en su preservación.

Cada vez es menos raro que los profesionales de la geología formen parte de las propuestas turísticas a lo largo de la península, y a ello contribuyen mucho los diferentes Geoparques con los que contamos en España. En ellos, además de ser zonas de experimentación sostenible, baluartes de grandes recursos económicos y una referencia en investigación, son grandes destinos de próximas vacaciones. Afortunadamente, en España tenemos uno de los mejores territorios del mundo para la práctica de actividades de Geoturismo. Además de estas figuras UNESCO mencionadas anteriormente, podemos disfrutar y conocer una asombrosa cantidad de LIGs (Lugares de Interés Geológico) a lo largo y ancho de nuestro territorio. Con algo más de 4500 puntos de interés en España (islas incluidas) y 266 Geosites, básicamente viajemos a donde viajemos, siempre tendremos la oportunidad de conocer uno de estos lugares de interés.

bty

Figura 2: Valle de Lastur.

Y en todo esto ¿Qué aporta un geólogo en el turismo? En la actualidad, es raro que un geólogo se dedique a la práctica de turismo de cualquier medio. El turismo no ha sido un campo, ni mucho menos, tradicional ni vocacional para que un geólogo se aventure en él. Pero los tiempos cambian, y la creación de figuras como los Geoparques ha dado como resultado que muchos veamos como un nicho de trabajo desarrollar prácticas de geoturismo en nuestros lugares de interés. Aunque los que trabajamos en el medio, aún seguimos trabajando y haciendo una exhaustiva labor para que, como en todo campo, el intrusismo sea lo menor posible. Ante todo, porque de forma tradicional, el profesorado (tenemos que ir con precaución debido a los recorridos a realizar y en muchas ocasiones, los espacios para ver suelen ser angostos o vías de paso para otras personas) y sus asociados han ejercido estas labores (y las siguen realizando), aunque todos los que somos autónomos o hemos creado una empresa sabemos a ciencia cierta que, ni están habilitados correctamente para la profesión (antes de este tipo de trabajo, podría existir una excusa, pero en la actualidad donde existe una determinada normativa en cada distinta comunidad autónoma…Imagínense encima en la actualidad, con toda la normativa de facturación, seguros, IVAs o IRPF), y los que hemos asistido (Geolodías u otras salidas menos remarcadas en días o eventos especiales) apreciamos como se marca un nivel en sus diálogos al que la población no llega y además, al ser estos eventos anuales, no se refuerza la figura de las actividades de campo en geología ni se lleva a su visita geoturística.

Gracias a un geólogo, podemos lograr poner en valor, dar prestigio, contenidos e ideas a zonas de referencia geológica, estén o no inventariadas, y con algo de conocimiento sobre interpretación y guiado, poder desarrollar nosotros mismos las propuestas y actividades guiadas. Si algo nos caracteriza y diferencia del resto de guías del estado de cualquier otro ámbito, al menos en los buenos geólogos, los que se dedican al Geoturismo por profesión y vocación, es un rasgo que no se entrena. Con el paso de los años, son múltiples las veces que nos han dicho que, en nuestras actividades guiadas, trasmitimos pasión, y eso es algo que se tiene o no se tiene. Y es que para poder transmitirla, es importante estar enamorado de la ciencia estudiada, más que considerarla como un elemento primario que nos lleve a la práctica de una profesión. A esta profesión no se llega de rebote ni de casualidad. Ya que la geología, así como sus actividades guiadas, se trata de mover emociones, en torno a las rocas, en torno a sus historias, relatando como, a lo largo del tiempo geológico, estos diferentes elementos abióticos que podemos observar, han perdurado durante miles o millones de años, hasta llegar a nosotros para que los podemos conocer.

Figura 3: Pliegues tipo Chevron en la playa de Barrika, Parque Geológico Flysch Bizkaia.