Un año después del terremoto que destruyó Haití la situación es insostenible. En algunos aspectos, como en materia de salud pública o de gobernabilidad política, el país ha empeorado significativamente. Se estima que un millón de personas siguen viviendo en tiendas de campaña y que más de 3.600 personas han muerto por la epidemia de cólera que se inició en octubre del pasado año. Recientemente ha habido un proceso electoral fraudulento y se ha reactivado la violencia y el incremento de la delincuencia. Además. escasean los alimentos, faltan redes de saneamiento y de acceso a agua potable. Y únicamente se ha retirado el 5 por ciento de los escombros que se produjeron después del seismo.
El terremoto provocó 225.500 muertos, un millón y medio de afectados y la destrucción de 100.000 edificios. La evaluación de los daños materiales se ha estimado en casi 8.000 millones de dólares, lo que supone un 120 por cien del PIB del país. Inmediatamente después del terremoto muchos analistas advirtieron de que la recuperación llevaría muchísimo tiempo (décadas). Aunque el terremoto no se hubiera producido, Haití seguiría siendo un Estado frágil y pobre. Actualmente, el 80% de la población vive en condiciones de extrema pobreza y el desempleo supera el 70% de la población activa. La ONU calculó que serían necesarios 11.500 millones de dólares para financiar la reconstrucción en los pròximos 20 años.
En la Conferencia de Donantes la comunidad internacional anunció compromisos por valor de 5.300 millones de dólares para el período 2010-2011. Pero la realidad es que Haití ha recibido menos de la mitad de esa cantidad y la mayor parte de dicha suma se ha empleado en condonaciones de la deuda. Tampoco bastán las donaciones privadas ni la labor humanitaria que prestan las 10.000 ONG que trabajan en el país.
¿Y si hubiera otro terremoto?
El geólogo de la Universidad de Purdue, Eric Calais, que ha estado asesorando al Gobierno de Haiti, declaró recientemente en The Washington Post que no había visto una verdadera reconstrucción ansisísmica, sino un montón de parches que producen la falsa impresión de que los nuevos edificios se asientan en suelo estable. Pero la realidad que sugiere la geología es que puede volver a ocurrir un gran terremoto,incluso más poderoso y daniño, con epicentro cercano a Puerto Principe. Y es probable que este terremoto se produzca en el período de vida útil de los edificios que ahora se están construyendo.
En un principio, los geólogos pensamos que el origen del terremoto de Haití era la falla geológica principal que atraviesa la ciudad de Puerto Principe (falla de Enriquillo). Pero ahora se sospecha que el terremoto se produjo por el desplazamiento de otra falla más pequeña, previamente desconocida, cercana a la localidad haitiana de Léogan. De ser así, es posible que el terremoto de 2010 no haya liberado presion alguna en el sistema de fallas de Enriquillo-Plantain Garden. Por lo tanto, sigue existiendo un riesgo significativo de que se produzca un nuevo terremoto en Haiti, especialmente en las inmediaciones de Puerto Príncipe, tal como concluyen varios especialistas en un trabajo publicado recientemente en Nature Geoscience.