Los deslizamientos de laderas y desprendimientos de rocas, son procesos geológicos que ocurren de forma frecuente y natural debido a varios factores, entre los que se encuentran las lluvias intensas, las tormentas, las fuertes pendientes, las erosiones de los ríos, los terrenos arcillosos o incluso los terremotos.
Nos parecen tremendamente impactantes, y por ese motivo, hay miles de ejemplos de vídeos en YouTube y, son noticia segura en periódicos y noticias digitales. Afortunadamente, la mayoría no producen grandes daños, puesto que son de pequeña magnitud, pero cuando se ven envueltos miles de metros cúbicos de arenas y rocas, el peligro es enorme: carreteras cortadas e inviables, incomunicaciones o la pérdida de vidas humanas.
Concretamente en España, los movimientos de laderas suponen las mayores pérdidas económicas, provocados por agentes geodinámicos, (no consideramos las inundaciones), con aproximadamente 150 millones de euros anuales, (fuente: protección civil). Esto nos hace recapacitar sobre la importancia que tiene la inversión en la previsión, prevención y mitigación de riesgos de este tipo, así como el estudio adecuado de una planificación urbanística que tenga en cuenta la reducción de los riesgos naturales y ambientales.
Así pues, a mí me gustaría que esté donde esté mi domicilio, tuviera un plan urbanístico adecuado y con las medidas oportunas, de haber algún riesgo cercano, para poder tener la certeza de que podré vivir con tranquilidad.
