Ayer se celebró en Casa Eulogio, una extraordinaria finca rodeada por el Manzanares situada en el Parque Regional del Sureste en el municipio de Rivas-Vaciamadrid, el primero de los actos de celebración del 40 aniversario del ICOG, una visita guiada, de carácter divulgativo y didáctico a la que pudieron asistir también los familiares de los colegiados que se inscribieron. Un nutrido grupo de colegiados y familiares se dieron cita allí por sus propios medios, para realizar una detallada visita de campo a la finca en la que se pudieron admirar las espectaculares vistas de la Laguna del Porcal en la confluencia del Jarama y del Manzanares desde el cantil de yesos de Casa Eulogio, una atalaya singular desde donde el propietario (D. Claudio Kirkpatrick Hernández-Ros) explicó detalles de la toma del puente del Pindoque y su influencia en la batalla del Jarama y en la toma de Madrid. A continuación se visitaron algunas trincheras de la batalla del Jarama existentes en la finca atravesando un pinar de repoblación de finales de los años 60 y principios de los 70 y unas antiguas cuevas habitadas desde hace 400 años. Finalmente se visitaron las antiguas explotaciones de áridos anteriores a la ley de 1944 (Finca de la Aldehuela) en la que se puede observar cómo se ha quedado la topografía tras finalizar la explotación y la dificultad con la que la vegetación vuelve a reincorporarse al medio natural como consecuencia de una legislación que atribuía a los propietarios el derecho sobre el subsuelo y que no exigía planes de restauración y la falta de conciencia ambiental en una España a medias en la revolución Industrial. Tampoco era necesaria la existencia de un registro público que recogiese los derechos mineros, por lo que son los vestigios actuales de la actividad minera lo que queda como señal de su existencia. También se visitó una explotación de arenas para la construcción posterior a la ley de 1944 y consolidado conforme a la ley de 1973 con una restauración paisajística deficiente, propia de finales de los años 70 y principio de los 80 (Finca Casa Eulogio) y por último una explotación de áridos conforme a la ley de minas de 1973, por consolidación de derechos mineros preexistentes (Finca Salmedina), en la que ya se incorporó la necesidad de un Plan de Restauración y de un Plan de Abandono de Labores. Pasan a asumir las competencias en materia de energía y minas las comunidades autónomas y se comienzan a pedir avales mineros que garanticen la restauración. A lo largo de los últimos años se incorpora una abundante legislación europea en cuanto al tratamiento de residuos y la valorización de los mismos.

Los asistentes visitaron después la Finca Eulogio, donde el Colegio está tramitando por convenio y junto a los propietarios, un centro de interpretación de la Naturaleza y de formación profesional. Allí tomaron un refrigerio acompañado de degustación de la miel producida en el la finca por el propietario, cuya producción fue explicada por el Presidente de la Asociación de Apicultores de Madrid. La comida sirvió también para debatir entre los presentes, como atraer nuevos colegiados con actuaciones modernas y que interesen a los jóvenes.

En resumen fue una gran visita en la que los participantes se divirtieron y aprendieron de historia, arqueología, minería y gastronomía. Gracias a todos los participantes y al dueño de la finca por sus atenciones.