El fenómeno que ha ocurrido en estas parroquias, técnicamente, se denomina subsidencia. Consiste en un movimiento local de la superficie del terreno con escaso o ningún movimiento horizontal que finalmente puede ocasionar colapsos y crear una oquedad hacia el exterior.
¿Por qué se han producido colapsos del terreno en Feleches y Tiñana? La respuesta se encuentra en las características geológicas del subsuelo de estas parroquias. Situadas geológicamente dentro de la Cuenca Mesozoico-Terciaria Asturiana, en el denominado Surco de Oviedo-Infiesto, constituido por un nivel basal de Arcillas y Areniscas (Fácies Utrillas, Cretácico Inferior) sobre los que se localiza una alternancia de Calizas, Margas, Arcillas y Areniscas (Cretácico Superior), recubierta por materiales Terciarios y Cuaternarios.
Concretamente, el sustrato rocoso en estas localidades está formado por materiales calizos (Cretácico Superior), que por la infiltración y circulación de las aguas de lluvia, sufren procesos de disolución (karstificación) que dan lugar a que aparezcan oquedades en ellos. Pues el mineral que compone estas rocas, la calcita, es atacada por las aguas meteóricas cargadas de ácido carbónico (originado por reacción del CO2 atmosférico con el agua de lluvia) formando bicarbonato cálcico, soluble en agua, que permite la formación de huecos en estas rocas.
En síntesis, el proceso que tiene lugar es el siguiente: 1 Las aguas de lluvia, enriquecidas en ácido carbónico, penetran en los materiales calizos a través de sus planos de estratificación y diaclasado (fracturas), creando pequeñas oquedades que se disponen de forma subhorizontal y subvertical. 2 Este proceso va actuando continuadamente en el tiempo (cientos a miles de años) aumentando el tamaño de las cavidades, que van uniéndose entre sí formando una red de galerías. 3 Las cavidades subverticales, a medida que avanzan hacia la superficie del terreno van socavando y debilitando los materiales de recubrimiento que se encuentran sobre ellas (depósitos terciarios y/o cuaternarios). 4 Finalmente, el terreno situado sobre la cavidad colapsa de forma repentina generando un hueco en superficie de forma redondeada.
Los procesos de subsidencia (colapso) pueden ocasionar grandes pérdidas económicas y, ocasionalmente, víctimas, sin embargo suelen infravalorarse por ser fenómenos con un desarrollo muy dilatado en el tiempo, y por ello su peligro resulta difícil de dar a conocer en áreas donde varias generaciones han vivido con seguridad y comodidad.
La ocurrencia de estos fenómenos pone en evidencia la necesidad de llevar a cabo por parte de los organismos competentes en materia de urbanismo, en colaboración con entidades de reconocido prestigio como son el Instituto Geológico y Minero de España, el Colegio Oficial de Geólogos, la Sociedad Geológica Asturiana y el Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, planes estratégicos para elaborar estudios y mapas de riesgos geológicos, que faciliten realizar un ordenamiento del territorio compatibilizando los usos que la sociedad necesita para su desarrollo con los condicionantes del terreno, minimizando las posibles catástrofes y favoreciendo un desarrollo económico y medioambientalmente sostenible.
Carlos Noval González
Colegiado Nº 4011