Es obvio que cualquier proyecto técnico diseñado por nosotros lleva una carga de ilusión, inseparable con el propio proceso de la creatividad. Pero si el proyecto lleva el apellido de Solidario, la ilusión adquiere entonces tonos y matices insospechados a lo largo y ancho del camino a recorrer, desde el diseño (formulación), establecimiento de Contrapartes Locales, valoración y tanteo de opciones, evaluación técnica y económica de la opción elegida, preparación del Proyecto definitivo y ejecución de la Obra .Nosotros hemos tenido la suerte, el honor y la dicha, de diseñar, valorar y ejecutar un Proyecto Solidario en los Andes Ecuatorianos para 400 chiquillos (niños y niñas) con edades comprendidas entre 4 y 11 años. Es nuestra Escuela de San Luis de Picaihua, Cantón de Ambato, Provincia de Tungurahua, Ecuador, financiado con fondos de la Comunidad de Madrid.
No es fácil describir los sentimientos que se almacenan en el alma de un humilde Coordinador como yo, al ver hecho realidad un sueño perseguido durante los casi cinco largos años que duro el proceso. Viajes a Ecuador, visitas a Ministerios, Consejos Provinciales y Municipalidades Ecuatorianos, entrevistas y reuniones sin tregua. Tal vez debo confesar que en los momentos de dificultades, que los hubo, el recuerdo de aquellos chiquillos, con sus hermosos ojos negros, a juego con su nutrida y abundante melena de pelo azabache, clavados en mí cada vez que los visitaba, fue el acicate para que la ilusión se renovara con toda su fuerza y seguir avanzando por el camino del rotundo éxito que ha sido este Proyecto de la Escuela “Cristóbal Vela Ortega”, nuestra “Escuelita” de Picaihua.
Todavía resuenan a menudo en mis oídos, la algarabía de aquellos niños en las horas de recreo, y las voces de algunos de ellos, alertando que había llegado a Picaihua D. Pepito, y corrían alocados para rodearme y asaetearme a preguntas. No es fácil, en absoluto, describir el poso de bienestar que una obra solidaria deja en nuestra alma, con tantos recuerdos y tantos sueños, finalmente hechos realidad, en la certeza de haber propiciado con esta Escuela una hermosa oportunidad de escolarización moderna y eficaz, a la Niñez de una de las numerosas Parroquias dispersas en las laderas de los Andes. Y constituye con toda certeza nuestro granito de arena para cimentar un mañana mejor para tantas humildes pero muy honorables gentes que pueblan las extensas áreas montañosas de este hermoso y rico, pero tal vez mal gestionado, País.